Descripción
de Carlos León
Un hombre común. Eso era Carlos León. La caricatura y en ocasiones la más cruda realidad nos tienden a mostrar a los escritores como seres atormentados e incompletos, ya sea por sus demonios interiores o sus vivencias, la influencia negativa de la fama o la dolorosa ausencia de ella, o la sensación siempre latente acerca de la inutilidad de su arte y las esquivas pretensiones de inmortalidad.
Ese lugar común biográfico no tiene aplicación en el caso de Carlos León. Abogado de la vieja clase media ilustrada que simbolizó el siglo XX, funcionario eterno, profesor universitario, casado, dos hijos, hipocondriaco, amante del boxeo y caminante sereno del eterno y anchísimo camino de la medianía durante toda su vida. Como digno hijo de su tiempo, León fue testigo de los grandes cambios que el siglo prometió y en parte concibió, y de la creciente radicalización ideológica que se apoderaría de los gremios, universidades, poblaciones y las variadas formas de asociación que por ese entonces permitían darle sentido a las cosas, soportar la pobreza o medrar del aparato del Estado.