Descripción
de Alejandro Jodorowsky
Cuando le pedí al Rebe que me contara su vida, no me respondió pero se puso a llorar. Ni mi abuelo ni mi padre habían pensado en preguntarle cómo había sido su existencia antes de que los osos le devoraran el cuerpo. Yo fui el primero en interesarme en ese pasado. Comprendo la actitud de mis antecesores: Jaime nunca estuvo seguro de la realidad del caucasiano. Podría ser la esquizofrenia, y no un viaje real fuera del cuerpo, la que haciéndonos herederos de su locura nos lo transmitió. Sin embargo, alucinación o no, el Rebe cambió nuestras vidas. Sin él, yo nunca hubiera podido echar raíces en este mundo que, en su mayor parte, es agresión. Mi abuelo hizo de él un cómplice, mi padre un intruso y yo un maestro, porque a Jaime lo perdí a los dos años y sólo volví a verlo a los diez. Por eso, aunque mi razón diga lo contrario, prefiero creer que el Rebe y todo aquello que contó de mi país y mi familia es verdadero.» Alejandro Jodorowsky