Descripción
José Tomás Boves, o El Urogallo, como sería conocido más adelante, fue un personaje relevante en la historia venezolana, y muestra como la ira de una humillación puede ser un motor para alcanzar un gran potencial. Probablemente el anti-héroe más mencionado en la historia venezolana, en principio con rencor, pero tras el libro de Francisco Herrera, con admiración. En su libro, Herrera Luque muestra la historia esta vez contada desde la perspectiva de El Urogallo, y, si bien no se afana en cambiar detalles para hacerlo un personaje mucho más romántico, al menos sí lo hace mucho más humano, que es lo que termina cambiando, ya no sólo en la ficción, sino la perspectiva de dicho personaje en la realidad.
“No terminaré hasta que haya acabado con todos los que destrozaron mi vida –piensa el Caudillo-. A mí el que me la hace me la paga. Conmigo nadie tuvo compasión, yo tampoco la tendré con ninguno”
pág. 235
Francisco Herrera Luque fue uno de los psiquiatras más importantes de Venezuela. Comenzó sus estudios en la Universidad Central de Venezuela, pero por la intervención que la mantuvo cerrada un tiempo en 1952 tuvo que mudarse a España, graduándose, finalmente en la Universidad de Salamanca. En Madrid se especializa en psiquiatría y regresa a Venezuela para continuar su doctorado en la ya reabierta Universidad Central de Venezuela. Herrera Luque comenzó escribiendo acerca de la antropología y psicología en los hombres coloniales, y es, probablemente esta influencia histórica la que da pie a escribir su novela Boves, el urogallo, y lo que determina, en general, su estilo en otros géneros literarios que no sean estrictamente académicos. Lo que hizo a esta novela tan polémica fue, seguramente, su protagonista, que acostumbraba verse como un anti-héroe, y que logró cambiar la concepción del mismo a partir de la ficción, o, si bien no todo puede partir de la mera imaginación, al menos una inverosimilitud o acercamiento a esas perspectivas menos exploradas.
Editado por primera vez por la editorial Fuentes, el libro comienza con una “advertencia” en la que se anuncia que están a punto de leer la “historia verídica, fabulada y verosímil de José Tomás Boves” (Herrera, Francisco. 1972)